Un aviso bienintencionado del Gobierno vasco sobre la importante presencia de anisakis en la anchoa ha provocado un fuerte retraimiento de la demanda. De lo que se trataba, y se trata, es de recordarle al consumidor que debe actuar con prudencia, congelando y cocinando suficientemente el pescado que va a comer. Renunciar al pescado es una reacción exagerada y supone privarse de un alimento excelente.